La depresión causa frío, al menos en mi. Estos días he tenido mucho frío y he estado deprimida, no voy a negar que hay pequeños momentos que disfruto, pero a pesar de ello la depresión no se va, puedo distraerme y reírme, pero cuando me quedo sola por al menos un momento, las cosas son así, tristes, frías, sin sentido...
Heme aquí, sentada, hablando en silencio
los gritos de mi psique palabra por palabra,
palabras que no emiten sonido alguno
mas expresan lo mas profundo de mi alma
¿es que alguien se da cuenta?
mi tristeza, grande, indistinguible
como un sol que es invisible
contra mi felicidad atenta
De esta infeliz realidad anhelo despertar
no hay demasiadas opciones que tomar
Aquella única sería a la muerte encontrar
¡Oh dulce estaca, termina mi pesar!
martes, 24 de septiembre de 2013
martes, 20 de agosto de 2013
Reflexión
No sé exactamente como describirlo, hay miembros de mi familia a los que no les hablo desde hace varios años,actualmente no tengo amigas o amigos, tengo novio y no es por el que no tengo amistades, es más bien que mi forma de ser no se ajusta con la de la mayoría de las personas. Me atrevo a decir que la mayoría de la gente esta insensibilizada hasta cierto punto (incluyéndome).
Muchas personas creerán que no, antes de responder permítanme ponerles un ejemplo:
Cuando yo era muy pequeña, iba en el auto con mi mamá y ella me cuenta que de pronto me ponía a llorar sin explicación aparente para ella. Ella entonces me preguntaba que me ocurría y yo le explicaba que lloraba por un "viejito" que pedía dinero en la calle.
Esto sucedió muchas veces y con el tiempo mi madre se acostumbró a que llorara de pronto en los paseos, con el paso del tiempo creo recordar que principalmente cuando ella estaba de mal humor, me regañaba por llorar y me decía que no puedo llorar por cada persona que veo en la calle, con el tiempo dejé de hacerlo.
Desde que me volví vegetaríana hace casi 3 años, poco a poco mi forma de ver la vida en general ha cambiado, me he sensibilizado nuevamente, aunque debo admitir que actualmente el salir al centro de mi ciudad es horrible muchas veces a causa de eso. La mejor manera de que ustedes, lectores de esta entrada, entiendan claramente a que me refiero es mostrándoles dos textos, uno con mi perspectiva anterior de la vida y uno con la actual.
Mi ciudad es muy bella, en mi ciudad hay muchos restaurantes lujosos en dónde comer; mi ciudad es muy bella, aunque en mi ciudad hay muchas personas groseras y que me molestan, algún día yo seré popular; mi escuela no me gusta, porque me dicen gorda.
Mi ciudad es muy bella, sin embargo las calles están llenas de personas con carencias, sin dinero ni comida y probablemente sin hogar; estas personas son personas de 3era edad, niños y niñas de todas las edades que transmitirán con los años si misma pobreza y dolor a sus futuras generaciones. Mi ciudad es muy bella, hay lindos restaurantes pero a unas calles de estos lindos restaurantes hay perros y gatos sin hogar desde que nacieron, que a diario son maltratados, humillados y despreciados; que a diario corren el riesgo de ser asesinados ya sea accidental o intencionalmente por gente distraída o insensible. Mi ciudad podría ser muy bella, las calles del centro son coloridas y las casas tienen una apariencia alegre a pesar de los años que han pasado; sin embargo en esas casas se esconden secretos dolorosos como mujeres maltratadas por sus esposos, madres solteras abandonadas por el padre de sus hijos, niños y niñas que han sufrido cosas inimaginables incluso para varios adultos, llanto, peligro y muerte es lo que muchas veces ocultan las fachadas coloridas del centro de mi ciudad. Mi ciudad es muy triste, mi país es muy triste, el mundo en general es muy triste.
Sé que para muchas personas mi visión actual parecerá pesimista pero permitanme decirles que es tan solo realista. Algunos otros me preguntarán ¿que hago yo para cambiar el mundo y quién soy para criticar? bueno a esas personas les responderé que yo hasta ahora hago todo lo que creo poder; no lo he mencionado pero hace menos de un mes que cumplí 18 años (la mayoría de edad en mi país) recién entraré a 3er año de preparatoria y aún vivio con mis padres y dependo de ellos económicamente. Volviendo al punto, expliqué eso para que entiendan mejor mi situación y no para quejarme, quiero decir que lo que hago es ser vegana; pienso que si no me gusta algo en el mundo debo comenzar por cambiar mis acciones que se relacionan con ello y por esa razón no consumo carne, lácteos, miel, huevo o cualquier derivado de animales no humanos. Alguna otra cosa que hago es que cada ocasión que puedo ayudo de algún modo a las personas de 3era edad, voy a protestas pacíficas en favor de los animales no humanos y creo que eso es todo.
Lo anterior no me da derecho a criticar a los demás y por ello quiero aclarar que esto no es una crítica, es más bien, una reflexión para quien llegue a leer esto. Quiero que las personas se den cuenta de lo egoístas que a veces llegamos a ser (sí, yo también), que se den cuenta de lo influyente que se han vuelto la televisión, el cine y las grandes compañías en nuestra vida y forma de pensar.
Por favor, piensen en cuando eran niñas y niños, recuerden como pensaban entonces y si no lo logran, hablen con una persona que se encuentre en esa etapa de la vida, aproximadamente de 3 o 6 años porque desgraciadamente en la actualidad las grandes compañías y muchos medios de comunicación han logrado influir en la mente de pequeños y pequeñas desde los 8 años o a veces menos.
Muchas personas creerán que no, antes de responder permítanme ponerles un ejemplo:
Cuando yo era muy pequeña, iba en el auto con mi mamá y ella me cuenta que de pronto me ponía a llorar sin explicación aparente para ella. Ella entonces me preguntaba que me ocurría y yo le explicaba que lloraba por un "viejito" que pedía dinero en la calle.
Esto sucedió muchas veces y con el tiempo mi madre se acostumbró a que llorara de pronto en los paseos, con el paso del tiempo creo recordar que principalmente cuando ella estaba de mal humor, me regañaba por llorar y me decía que no puedo llorar por cada persona que veo en la calle, con el tiempo dejé de hacerlo.
Desde que me volví vegetaríana hace casi 3 años, poco a poco mi forma de ver la vida en general ha cambiado, me he sensibilizado nuevamente, aunque debo admitir que actualmente el salir al centro de mi ciudad es horrible muchas veces a causa de eso. La mejor manera de que ustedes, lectores de esta entrada, entiendan claramente a que me refiero es mostrándoles dos textos, uno con mi perspectiva anterior de la vida y uno con la actual.
Mi ciudad es muy bella, en mi ciudad hay muchos restaurantes lujosos en dónde comer; mi ciudad es muy bella, aunque en mi ciudad hay muchas personas groseras y que me molestan, algún día yo seré popular; mi escuela no me gusta, porque me dicen gorda.
Mi ciudad es muy bella, sin embargo las calles están llenas de personas con carencias, sin dinero ni comida y probablemente sin hogar; estas personas son personas de 3era edad, niños y niñas de todas las edades que transmitirán con los años si misma pobreza y dolor a sus futuras generaciones. Mi ciudad es muy bella, hay lindos restaurantes pero a unas calles de estos lindos restaurantes hay perros y gatos sin hogar desde que nacieron, que a diario son maltratados, humillados y despreciados; que a diario corren el riesgo de ser asesinados ya sea accidental o intencionalmente por gente distraída o insensible. Mi ciudad podría ser muy bella, las calles del centro son coloridas y las casas tienen una apariencia alegre a pesar de los años que han pasado; sin embargo en esas casas se esconden secretos dolorosos como mujeres maltratadas por sus esposos, madres solteras abandonadas por el padre de sus hijos, niños y niñas que han sufrido cosas inimaginables incluso para varios adultos, llanto, peligro y muerte es lo que muchas veces ocultan las fachadas coloridas del centro de mi ciudad. Mi ciudad es muy triste, mi país es muy triste, el mundo en general es muy triste.
Sé que para muchas personas mi visión actual parecerá pesimista pero permitanme decirles que es tan solo realista. Algunos otros me preguntarán ¿que hago yo para cambiar el mundo y quién soy para criticar? bueno a esas personas les responderé que yo hasta ahora hago todo lo que creo poder; no lo he mencionado pero hace menos de un mes que cumplí 18 años (la mayoría de edad en mi país) recién entraré a 3er año de preparatoria y aún vivio con mis padres y dependo de ellos económicamente. Volviendo al punto, expliqué eso para que entiendan mejor mi situación y no para quejarme, quiero decir que lo que hago es ser vegana; pienso que si no me gusta algo en el mundo debo comenzar por cambiar mis acciones que se relacionan con ello y por esa razón no consumo carne, lácteos, miel, huevo o cualquier derivado de animales no humanos. Alguna otra cosa que hago es que cada ocasión que puedo ayudo de algún modo a las personas de 3era edad, voy a protestas pacíficas en favor de los animales no humanos y creo que eso es todo.
Lo anterior no me da derecho a criticar a los demás y por ello quiero aclarar que esto no es una crítica, es más bien, una reflexión para quien llegue a leer esto. Quiero que las personas se den cuenta de lo egoístas que a veces llegamos a ser (sí, yo también), que se den cuenta de lo influyente que se han vuelto la televisión, el cine y las grandes compañías en nuestra vida y forma de pensar.
Por favor, piensen en cuando eran niñas y niños, recuerden como pensaban entonces y si no lo logran, hablen con una persona que se encuentre en esa etapa de la vida, aproximadamente de 3 o 6 años porque desgraciadamente en la actualidad las grandes compañías y muchos medios de comunicación han logrado influir en la mente de pequeños y pequeñas desde los 8 años o a veces menos.
lunes, 29 de julio de 2013
Música Clásica
Es la música clásica aquella que me sirve de inspiración, y aunque debo mencionar que no soy una experta conocedora de ella, me parece realmente hermosa. No voy a negar que me gustan otros géneros musicales pero de cualquiera, la más bella y compleja, que puede transmitir cualquier sentimiento y que provoca que el oyente se identifique con ella, aún si debe imaginarse una situación que no esté viviendo.
En este momento me encuentro escuchando Moonlight Sonata, de Beethoven (sé que es muy conocida, sin embargo es mi favorita, junto con Für Elise y Lacrimosa).
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